cuáles son los aislantes térmicos más sostenibles

¿Cuáles son los aislantes térmicos más sostenibles?

Elegir el sistema de aislamientos térmicos adecuado no es solo una cuestión de confort, sino una inversión inteligente en ahorro energético y salud para nuestro hogar. La efectividad de un material aislante depende directamente del clima en el que se instala. Por ello, una decisión tan crucial como esta, tanto en una nueva construcción como en la rehabilitación de una vivienda, debe estar bien fundamentada. Especialmente en zonas con climas tan definidos como Galicia, donde la demanda de aislamientos en Vigo y sus alrededores se centra en combatir la humedad y mantener un calor estable, la elección correcta marca la diferencia entre un hogar confortable y uno lleno de problemas.

Para entender qué aislante es el mejor, primero debemos comprender el principal objetivo: crear una barrera que impida la transferencia de calor entre el interior y el exterior de la vivienda. En invierno, queremos que el calor se quede dentro; en verano, que se quede fuera. La capacidad de un material para lograr esto se mide por su resistencia térmica (valor R). A mayor valor R, mejor será su capacidad aislante.

Sin embargo, no todo es el valor R. Factores como la humedad, la transpirabilidad del material y su comportamiento ante el fuego son igualmente importantes. A continuación, desglosamos las principales zonas climáticas de España y los aislantes más recomendables para cada una.

1. Zona Climática Atlántica (Norte de España: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco)

  • Características del clima: Inviernos suaves y lluviosos, veranos frescos y una humedad ambiental muy elevada durante todo el año.
  • Principal desafío: Combatir la pérdida de calor y, sobre todo, evitar las humedades por condensación. El aire cargado de humedad del interior de la casa choca contra paredes frías, se condensa y genera moho y manchas.
  • Mejores aislantes:
    • Lana de roca o fibra de vidrio: Son materiales incombustibles, con buena resistencia térmica y, lo más importante, muy transpirables. Permiten que el vapor de agua atraviese el cerramiento sin quedar atrapado, evitando condensaciones. Son excelentes para rellenar cámaras de aire.
    • Corcho proyectado o en planchas: El corcho es un material natural, imputrescible y con una gran resistencia a la humedad. Actúa como un excelente regulador higrotérmico, absorbiendo y liberando la humedad ambiental.
    • Celulosa: Producida a partir de papel reciclado, es una opción sostenible que también ofrece una buena transpirabilidad y se adapta perfectamente a cualquier hueco, siendo ideal para el aislamiento por insuflado.

Ejemplo práctico: En una casa de piedra en la costa gallega, con una cámara de aire vacía, el frío del exterior atraviesa fácilmente la pared. Esto crea puentes térmicos en pilares y forjados, y provoca que la pared interior esté helada. La solución ideal no es solo poner un aislante, sino uno que gestione la humedad. Rellenar esa cámara con celulosa o lana de roca eliminará el puente térmico y permitirá que el muro “respire”.

2. Zona Climática Continental (Interior de la Península: Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha)

  • Características del clima: Inviernos muy fríos y secos, y veranos muy calurosos. La oscilación térmica entre el día y la noche, y entre estaciones, es extrema.
  • Principal desafío: Se necesita un aislante con una altísima resistencia térmica (valor R alto) para protegerse tanto del frío glacial como del calor sofocante.
  • Mejores aislantes:
    • Poliuretano proyectado (PUR) o planchas de poliestireno extruido (XPS): Ofrecen la mayor resistencia térmica con el menor espesor. Son perfectos para climas con temperaturas extremas, aunque su transpirabilidad es baja, por lo que se debe garantizar una buena ventilación en la vivienda.
    • Celulosa o fibra de madera: Estos materiales no solo aíslan del frío, sino que tienen una gran inercia térmica. Esto significa que tardan mucho en calentarse, por lo que en verano retrasan la entrada de calor al interior de la casa durante las horas de sol intenso.

Ejemplo práctico: En un chalet en la meseta, el tejado recibe una radiación solar brutal en verano. Un aislamiento de baja densidad dejará pasar el calor rápidamente. Sin embargo, una capa gruesa de fibra de madera o celulosa en el bajo cubierta actuará como un escudo, manteniendo las habitaciones de la planta superior frescas hasta bien entrada la noche.

La solución sin obras: Aislamiento por insuflado

Muchas veces, el problema no es la falta de aislante, sino su ausencia en la cámara de aire de las fachadas. Una de las técnicas más eficaces para mejorar el aislamiento sin obras complejas es el aislamiento por insuflado. Consiste en inyectar material aislante a granel (como celulosa, lana de roca o perlas de EPS) en la cámara de aire a través de pequeñas perforaciones. Esta técnica es ideal para eliminar de raíz los puentes térmicos y mejorar el confort de forma rápida y limpia. Por ejemplo, para rehabilitar las fachadas de ladrillo caravista típicas de muchas ciudades, el aislamiento insuflado Vigo con celulosa es una solución idónea, ya que rellena completamente la cámara, se adapta a las irregularidades y regula la humedad de forma natural.

aislamiento insuflado

3. Zona Climática Mediterránea (Costa Este y Sur)

  • Características del clima: Inviernos suaves y veranos muy calurosos y a menudo húmedos.
  • Principal desafío: Proteger la vivienda del sobrecalentamiento en verano. El aislamiento contra el frío es secundario, pero igualmente necesario.
  • Mejores aislantes:
    • Aislantes reflexivos multicapa: Diseñados para reflejar el calor por radiación. Son muy eficaces en cubiertas y bajo tejado para evitar que el calor del sol penetre en la vivienda.
    • Planchas de poliestireno expandido (EPS) o extruido (XPS): Usados en un sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior), crean una envolvente continua que protege del calor estival y mantiene una temperatura agradable en invierno.
    • Fibra de madera: De nuevo, su alta inercia térmica es una ventaja clave en esta zona para mantener la casa fresca durante el día.

Ejemplo práctico: En un apartamento en la costa de Valencia, el principal problema es el calor que entra por la fachada orientada al sur. Instalar un sistema SATE con EPS no solo aislará del calor, sino que renovará estéticamente el edificio y eliminará cualquier puente térmico existente en los pilares de la estructura.

Apostando por los Aislantes Térmicos Sostenibles

Cada vez más, la elección del aislante no solo se basa en su rendimiento, sino también en su impacto ambiental. Los aislantes térmicos sostenibles provienen de fuentes renovables o recicladas y ofrecen prestaciones excelentes.

  • Corcho: Natural, renovable y reciclable. Sus celdas de aire le otorgan un gran poder aislante y es muy resistente a la humedad, ideal para climas atlánticos.
  • Celulosa: Hecha de papel de periódico reciclado, tiene una baja conductividad térmica y es perfecta para el aislamiento por insuflado, rellenando todos los huecos.
  • Lana de oveja: Renovable y biodegradable. Es un magnífico regulador de la humedad, capaz de absorber hasta un 30% de su peso en agua sin perder sus propiedades aislantes.
  • Fibra de madera: Se obtiene de restos de madera, por lo que es un producto de economía circular. Su alta densidad le confiere una excelente inercia térmica para combatir el calor en verano.
  • Cáñamo y algodón reciclado: Son materiales transpirables, con buena capacidad de aislamiento térmico y acústico, y de rápida instalación.